La industria hotelera en México vive un momento de transformación; bajo este contexto, la gestión eficiente de recursos, como los alimentos, se ha convertido en una prioridad estratégica. Reducir el desperdicio alimentario tiene beneficios ambientales y también impacta directamente en la rentabilidad, la experiencia del huésped y la reputación de marca.
A medida que los viajeros se vuelven más conscientes de las prácticas sostenibles, los hoteles tienen una oportunidad única para destacarse al adoptar soluciones innovadoras.
¿Qué representa el desperdicio alimentario para el sector hotelero?
En México se pierden más de 10 mil toneladas de alimentos al año, y en el mundo se desperdicia un tercio de la producción de alimentos, lo que equivale a 1,300 millones de toneladas. Parte significativa de esta cifra proviene del sector de servicios, incluyendo hoteles y resorts, donde buffets, banquetes y operaciones de alta rotación generan excedentes que muchas veces terminan en la basura.
Este desperdicio no solo implica la pérdida del alimento, sino también de la energía, agua y trabajo invertidos en su producción. Para los hoteles, representa un área crítica donde pequeñas mejoras pueden generar ahorros importantes y abrir nuevas posibilidades de innovación operativa.
En un entorno donde la experiencia del huésped es primordial, muchos hoteles enfrentan el desafío de equilibrar la oferta con la demanda sin generar excesos. Cada día se preparan grandes cantidades de alimentos para satisfacer a los visitantes; sin embargo, no todos estos platillos son consumidos. Desde comidas no servidas hasta excedentes en buffets, el volumen de residuos puede ser abrumador.
La falta de una gestión alimentaria eficaz agrava esta situación. Muchos establecimientos carecen de estrategias claras para monitorear y reducir sus desechos; sin embargo, se ha visto que distintos hoteles han logrado incluso reducir un 21 % del volumen total de sus desperdicios.
Los hoteles en México tienen una responsabilidad ante este problema; pues con una cultura gastronómica rica y diversa, el país tiene todo lo necesario para implementar soluciones creativas que minimicen el desperdicio y promuevan prácticas más sostenibles. La conciencia sobre este tema está creciendo entre los consumidores, quienes valoran cada vez más las iniciativas responsables por parte de las empresas del sector turístico.
Impacto del desperdicio alimentario en México
Este fenómeno no solo implica pérdidas económicas para los hoteles y restaurantes, sino también un impacto social considerable. Muchas personas en el país enfrentan inseguridad alimentaria, mientras otros desechamos buena parte de lo que producimos.
Además, el desperdicio alimentario contribuye a la generación de residuos sólidos; esto genera mayores costos en su gestión y tratamiento. Los vertederos se saturan rápidamente, produciendo metano, un gas de efecto invernadero muy potente.
La industria hotelera tiene una responsabilidad significativa en este tema. Con una mejor gestión alimentaria y prácticas sostenibles, puede reducir drásticamente su huella ecológica.
Factores que contribuyen al desperdicio alimentario en hoteles
- Exceso de inventario:Muchos hoteles adquieren más alimentos de los que realmente necesitan, ya sea por promociones atractivas o para garantizar disponibilidad constante. Esto suele derivar en productos caducados y desechos innecesarios.
- Planificación deficiente del menú: Cuando el menú no se adapta a las preferencias reales de los huéspedes, las sobras son inevitables. Las cartas demasiado amplias pueden parecer atractivas, pero aumentan significativamente el riesgo de desperdicio.
- Almacenamiento inadecuado: Ingredientes frescos pueden perderse si no se almacenan correctamente. Factores como la temperatura incorrecta o la falta de organización afectan la vida útil de los alimentos.
- Gestión operativa ineficiente: La falta de control en los procesos de compra, rotación y uso de insumos incrementa la probabilidad de desperdicio en las cocinas hoteleras.
- Cultura organizacional poco sostenible: Si el personal no recibe capacitación en prácticas sostenibles, es más probable que se mantengan hábitos que promuevan el despilfarro en lugar de su reducción.
Oportunidad de optimización: tecnología, formación y estrategia
Implementar herramientas de análisis de datos, sensores inteligentes en cocinas o sistemas de trazabilidad alimentaria permite a los hoteles medir y anticipar la generación de residuos. Según el World Resources Institute (2022), cada dólar invertido en la reducción de desperdicio puede generar hasta 7 dólares de retorno.
Además, la formación continua del personal en prácticas sostenibles y el rediseño de menús con enfoque en porciones adecuadas y flexibilidad también contribuyen a minimizar pérdidas sin afectar la experiencia del huésped.
Reducir el desperdicio no significa sacrificar calidad o servicio, sino pensar diferente. Las marcas hoteleras que adopten un enfoque estratégico frente a esta problemática no solo mejorarán su eficiencia, sino que también fortalecerán su posicionamiento frente a un huésped cada vez más consciente.
En un mercado competitivo como el mexicano, abordar el desperdicio alimentario con soluciones innovadoras puede convertirse en una ventaja real. La sostenibilidad ya no es solo una meta ambiental: es parte integral del crecimiento y la diferenciación en hospitalidad.
Por otro lado, sensibilizar a los huéspedes sobre la importancia del consumo responsable también es clave; programas educativos e incentivos para aquellos que optan por menos desperdicio fomentan una cultura más consciente alrededor del tema.
Tendencias globales que impulsan soluciones locales
A nivel internacional, grandes cadenas hoteleras ya integran métricas de desperdicio alimentario dentro de sus reportes ESG. En México, esta tendencia está comenzando a cobrar fuerza, sobre todo en destinos turísticos donde la sostenibilidad se ha convertido en un diferenciador.
Iniciativas de economía circular, alianzas con bancos de alimentos y programas de compostaje están demostrando que es posible convertir un reto operativo en una narrativa positiva de marca.
Retos que enfrenta la industria hotelera para reducir el desperdicio
La industria hotelera en México enfrenta varios retos significativos al intentar reducir el desperdicio de alimentos. Uno de los principales desafíos es la falta de concienciación entre el personal; ya que muchos empleados no están capacitados adecuadamente en prácticas de gestión alimentaria, lo que puede llevar a un manejo ineficiente y, por ende, a un aumento del desperdicio.
Además, la variabilidad en la demanda de los huéspedes complica aún más las proyecciones sobre las cantidades necesarias para preparar alimentos. Los hoteles suelen cocinar en grandes lotes para satisfacer una posible alta demanda, pero esto frecuentemente resulta en exceso que acaba desechándose.
Otro reto importante son las limitaciones económicas. Implementar tecnologías y procesos sostenibles puede requerir inversiones significativas. Los pequeños y medianos hoteles pueden tener dificultades para destinar recursos hacia estas áreas cuando luchan por mantener su rentabilidad.
Finalmente, existe una resistencia cultural hacia cambios operativos establecidos. Algunos gerentes pueden dudar en adoptar nuevas prácticas debido a los costos o a experiencias previas con intentos similares.
Referencias:
- Instituto Tecnológico hotelero. Estudio de buenas prácticas para prevenir y reducir las
- pérdidas y el desperdicio alimentario en hoteles https://www.ithotelero.com/wp-content/uploads/2024/06/Estudio-de-buenas-practicas-para-evitar-el-desperdicio-alimentario-en-los-hoteles.pdf
- Winnow Solutions. 10 maneras de reducir el desperdicio de alimentos en los hoteles https://blog.winnowsolutions.com/es/maneras-de-reducir-el-desperdicio-de-alimentos-en-los-hoteles
- Sostenibles (2021). El sector hotelero y el desperdicio de alimentos https://sostenibles.org/2021/09/21/3269/
