¿Propinas obligatorias? Lo que todo empresario HORECA debe saber en México

Propinas
02 Junio 2025

En México, dejar propina es casi un acto automático. Pagas la cuenta, sacas el 10% o el 15% —o lo que creas justo— y listo. Pero ¿alguna vez te has preguntado si esa propina es realmente un extra… o si en realidad es el sueldo que le falta al mesero?

Aunque la ley mexicana establece que la propina es voluntaria, en la práctica muchos trabajadores del sector restaurantero y hotelero dependen casi por completo de ella para llegar a fin de mes. Y aquí es donde empieza el dilema: ¿la propina es un reconocimiento o una necesidad encubierta?

Lo que dice la ley (y lo que pasa en la vida real)

Desde 2022, la ley en México prohíbe que las propinas se consideren parte del salario; también protege al trabajador para que reciba este dinero de forma directa, sin intermediarios ni recortes. En papel suena bien, pero la realidad es que muchos establecimientos siguen funcionando bajo esquemas donde el sueldo base es simbólico… y la propina es la que mantiene vivo al trabajador.

Este sistema genera incertidumbre, presión, rotación de personal y desigualdad. Pero no es un problema exclusivo de México. En muchos países, este mismo debate lleva años transformando la forma en que se paga y se valora el trabajo en el sector de la hospitalidad.

¿Qué hacen en otros países?

Vamos por partes. Imagina que vas a cenar a un restaurante en Tokio, terminas tu comida, te levantas, agradeces y te vas, nada de dejar propina. ¿Por qué? Porque en Japón no solo no es costumbre, sino que se considera de mala educación. ¿La razón? El servicio ya está incluido, y se espera que sea impecable sin necesidad de incentivos extras.

Ahora, cruza a Estados Unidos, y te encontrarás con el extremo opuesto, hí, no dejar al menos el 15% es casi una ofensa. ¿El problema? Muchos meseros ganan apenas $2.13 dólares por hora como salario base. Lo demás lo tienen que conseguir con propinas. Esto crea una enorme presión sobre el cliente y deja al trabajador vulnerable a días buenos o muy malos.

En Francia y Alemania, la propina ya está incluida en el precio del menú, como un “servicio”, el cliente puede dejar algo más si quiere, pero no es obligatorio. Y en países nórdicos como Dinamarca, el sueldo base de un mesero puede superar los $20 dólares por hora. Las propinas son simbólicas, y el personal tiene formación profesional, estabilidad laboral y beneficios.

Incluso hay lugares donde se está experimentando con modelos nuevos. En ciudades como Toronto o Vancouver, algunos restaurantes han eliminado las propinas por completo; en su lugar, suben un poco los precios del menú y usan ese ingreso para pagar sueldos más justos: ¿Qué han descubierto? Que la rotación de personal baja, la moral mejora y los clientes aprecian no tener que hacer cuentas extras al final.

El rol del empleador: oportunidades para liderar el cambio

La situación actual plantea un dilema, sí, pero también una enorme oportunidad. Los empleadores del sector HORECA no están atados de manos; al contrario, tienen la capacidad de liderar una transformación real. Y no se trata solo de cumplir con la ley o de “quedar bien” ante el público: se trata de construir un entorno más justo, profesional y sostenible, que beneficie a todos, desde el personal de piso hasta los clientes.

Sabemos que hacer cambios implica inversión, planeación y diálogo, pero también puede generar enormes beneficios: menor rotación de personal, mayor compromiso del equipo, mejor calidad en el servicio… y sí, también una reputación más sólida ante los ojos del consumidor.

Aquí algunas acciones concretas que ya están marcando la diferencia en muchos negocios dentro y fuera de México:

  • Ofrece sueldos base que dignifiquen: Ir más allá del salario mínimo legal y establecer sueldos que realmente permitan vivir con tranquilidad no solo reduce la dependencia de la propina: también atrae y retiene talento con mayor experiencia, vocación y compromiso.
  • Haz que las propinas sean 100% transparentes: Implementa mecanismos claros para su distribución y asegúrate de que cada colaborador sepa cómo se reparte ese dinero. Nada genera más confianza que la claridad.
  • Invierte en formación continua: Un equipo capacitado no solo brinda mejor servicio: también siente que su trabajo tiene futuro. La profesionalización eleva el nivel de toda la experiencia, para el cliente y para el personal.
  • Habla con tu equipo, escucha sus ideas: Generar espacios de comunicación abiertos y regulares fortalece el ambiente laboral. Que cada persona sepa cómo funciona el sistema y tenga voz sobre su entorno es clave para una cultura de confianza.
  • Evalúa modelos alternativos con visión y cuidado: Si decides aplicar un cargo por servicio (como se hace en otras partes del mundo), asegúrate de cumplir con la normativa mexicana y de explicárselo con claridad tanto al cliente como a tu equipo. Lo importante es que no sea una decisión unilateral, sino parte de una estrategia ética y transparente.
  • Fomenta el reconocimiento integral: El aplauso también puede venir desde adentro. Establecer dinámicas donde se reconozca el buen desempeño, más allá de lo económico, ayuda a consolidar un equipo orgulloso de su labor.
  • Sé parte de la solución: Transitar hacia un modelo donde la propina vuelva a ser un gesto voluntario —y no un complemento necesario del salario— no es un sueño lejano. Es una meta alcanzable si se toman decisiones valientes, con visión y con compromiso.

La implementación real de la reforma laboral, una gestión más ética del reparto de propinas y la inversión en desarrollo humano son pasos que muchos ya están dando. ¿Y el resultado? Equipos más estables, clientes más satisfechos y negocios más sólidos.

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